Malditos Lugares
Bares!!! Que cosa no!!! Pensar que un lugar puede trasmitir tanto!!! Por que tendremos esa necesidad imperiosa de rodearnos de gente , que no conocemos y que para colmo esta en estado etílico y con desorden emocional, todos juntos y en el mismo lugar.
Creo que es por esa magia que destilan algunos lugares. Si uno se pone a pensar en Bares como el Tenanpa en Plaza Garibaldi, que son reflejo de la cultura Mariachi, con borrachos en cada uno de sus rincones, emanando sus penas. Ese es el lugar que cuando uno entra y se pone a pensar que lo piso José Alfredo, Joaquín Sabina, Ismael Serrano y otros tantos, uno se permite sentir que forma parte de un Fucking Mágic Place.
Por eso es imposible no soñar con tener un bar , que decore las canciones y los escritos de grandes autores, que una noche sentaron su cuerpo en alguna de las mesas y pidieron una ronda de tequilas para disfrutar de la atmósfera que en ese lugar avita.
Yo no soy uno de esos grandes músicos o escritores, pero realmente disfruto algunos bares que saben trasmitir su magia.
De chico me encantaba sentarme en un bar de la ciudad donde nací. Ese bar se llamaba Tía Berta en sus principios. Caía, me pedía un café cortado en tasa de Americano y en no mas de unos minutos, Lucky, Diego, Pancho, Yuyo y algún otro invitado de turno se acoplaban a la mesa. No era necesario ni llamarse por teléfono, todos tácitamente sabíamos que había que estar ahí. La magia de ese bar , era que no importara la hora o el día, era como estar en el living de casa.
Llegar y saludar a la gente que trabaja, ser mas que un cliente, caminar por en medio del bar y siempre conocer gente y tener a alguien con quien poder hablar de la vida, ese tipo de sensación es lo que hace que un bar se transforme.
Cuando llegue al DF, esa extraña sensación de comodidad y de contención me abordo el día que entre por primera ves al Pata Negra. Aclaro que eso fue hace un año y medio, y por ese preciso motivo todavía lo frecuento por lo menos dos veces por semana.
El otro día me paso exactamente lo mismo, cuando me encontré en la Bodeguita Del Medio, tomando un Mojito y comiendo Moros con Cristianos. Algunos lugares tienen ese mágico poder de trasmitir demasiado.
Es por eso que he llegado a la conclusión que cuando me marche me quiero llevar buenos momentos de la vida y en mi caso los voy a recoger de los viajes. Cuando no pueda viajar y necesite escapar , en esta clases de malditos lugares es a donde voy a ir a recolectar imágenes, anécdotas , conocer grandes personajes y soñar un poco.
Creo que es por esa magia que destilan algunos lugares. Si uno se pone a pensar en Bares como el Tenanpa en Plaza Garibaldi, que son reflejo de la cultura Mariachi, con borrachos en cada uno de sus rincones, emanando sus penas. Ese es el lugar que cuando uno entra y se pone a pensar que lo piso José Alfredo, Joaquín Sabina, Ismael Serrano y otros tantos, uno se permite sentir que forma parte de un Fucking Mágic Place.
Por eso es imposible no soñar con tener un bar , que decore las canciones y los escritos de grandes autores, que una noche sentaron su cuerpo en alguna de las mesas y pidieron una ronda de tequilas para disfrutar de la atmósfera que en ese lugar avita.
Yo no soy uno de esos grandes músicos o escritores, pero realmente disfruto algunos bares que saben trasmitir su magia.
De chico me encantaba sentarme en un bar de la ciudad donde nací. Ese bar se llamaba Tía Berta en sus principios. Caía, me pedía un café cortado en tasa de Americano y en no mas de unos minutos, Lucky, Diego, Pancho, Yuyo y algún otro invitado de turno se acoplaban a la mesa. No era necesario ni llamarse por teléfono, todos tácitamente sabíamos que había que estar ahí. La magia de ese bar , era que no importara la hora o el día, era como estar en el living de casa.
Llegar y saludar a la gente que trabaja, ser mas que un cliente, caminar por en medio del bar y siempre conocer gente y tener a alguien con quien poder hablar de la vida, ese tipo de sensación es lo que hace que un bar se transforme.
Cuando llegue al DF, esa extraña sensación de comodidad y de contención me abordo el día que entre por primera ves al Pata Negra. Aclaro que eso fue hace un año y medio, y por ese preciso motivo todavía lo frecuento por lo menos dos veces por semana.
El otro día me paso exactamente lo mismo, cuando me encontré en la Bodeguita Del Medio, tomando un Mojito y comiendo Moros con Cristianos. Algunos lugares tienen ese mágico poder de trasmitir demasiado.
Es por eso que he llegado a la conclusión que cuando me marche me quiero llevar buenos momentos de la vida y en mi caso los voy a recoger de los viajes. Cuando no pueda viajar y necesite escapar , en esta clases de malditos lugares es a donde voy a ir a recolectar imágenes, anécdotas , conocer grandes personajes y soñar un poco.
1 Comments:
Malditos los bares de Avenida de Mayo que me vieron llorar. Benditos los bares de Avenida de Mayo que me prestaron su tablao.
Malditos los bares del DF que te disfrutan cada noche. Bendita Bodeguita del medio que nos dio sus mojitos para brindar. Benditos los bares de Madrid en los que quizás algún día nos embarrachemos homenajeando a Joaquín. Bendito Le Pure Café que me devolvió los sueños.
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